Nuevos tratamientos para pacientes con Síndrome del Intestino Irritable (SII) buscan restaurar la barrera intestinal y no sólo mejorar la sintomatología. Según los organizadores de la I Reunión para Pacientes con Colon Irritable, celebrada en el Hospital La Paz de Madrid, restablecer la permeabilidad intestinal “ha contribuido a mejorar la calidad de vida de estos pacientes, muy deteriorada en muchos casos”.
El SII es el trastorno funcional digestivo más común y un motivo de consulta frecuente. “Se trata de una enfermedad cuya incidencia está aumentando y cuyos pacientes precisan de un tratamiento personalizado e individualizado y un abordaje multidisciplinar que atienda a todos los aspectos del SII, es decir, necesita la intervención de digestivos, nutricionistas, alergólogos, microbiólogos y psiquiatras”, han indicado desde el Hospital La Paz.
Un estudio reciente realizado en EEUU y publicado en Biological Research for Nursing demuestra la importancia de adoptar un enfoque individualizado para la evaluación y el tratamiento de pacientes con SII ante la heterogeneidad de los mismos. “Con el abordaje multidisciplinar e individualizado –subrayan desde el centro hospitalario- se conseguirá mejorar su calidad de vida y tratar de manera específica los síntomas que afectan a cada individuo, ya que la diarrea predominará en unos pacientes y el estreñimiento y otros síntomas en otros”.
Uno de los mecanismos que participa en la fisiopatología del SII «es un aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal». En este sentido, los avances en nuevos tratamientos pretenden restablecer fisiológicamente la permeabilidad del intestino, que está comprometida en estos pacientes, impidiendo la entrada de sustancias nocivas que producen la inflamación y favorecen la proliferación de bacterias buenas en la flora intestinal.
Vivir con SII
El SII se caracteriza por la presencia de dolor abdominal recurrente, “que debe estar presente al menos un día a la semana y que se relaciona con la defecación, cambios en el hábito defecatorio o en la forma de las deposiciones, todo ello en ausencia de otras alteraciones anatómicas o metabólicas que justifiquen esos síntomas. La hinchazón y distensión abdominal son muy frecuentes. Se trata de una enfermedad que afecta de manera significativa a la calidad de vida del paciente.
El diagnóstico del paciente con SII no es un proceso complejo y a día de hoy existen unos criterios clínicos que ayudan a diagnosticarlo, siempre descartando otras enfermedades.
Fuente: COM SALUD
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