Entrevistamos a Marta Fernández de Angulo, nutricionista de SHC Medical, en relación a la obesidad infantil, un problema de salud que va en aumento y donde los padres juegan un papel fundamental en la adopción de nuevas y mejores formas de alimentación, así como de hábitos de vida saludables.
¿Qué perfil clínico presentan los pacientes al visitar por primera vez la consulta de nutrición de SHC Medical?
- Niños sanos en general, sin enfermedades.
- Edades comprendidas entre los 5 a 12 años.
- En un ligero porcentaje, encontramos más varones con sobrepeso u obesidad frente a las niñas.
¿Qué protocolo se lleva a cabo con ellos?
- Valoración antropométrica: Realizar al pequeño los estudios antropométricos pertinentes para detectar sobrepeso u obesidad. Por lo general, si el percentil de peso está por encima de 90 estaríamos hablando de sobrepeso y si sobrepasa 97 nos encontraríamos con un diagnóstico de obesidad en sus distintos grados.
- Determinar el peso deseado y saludable.
- Valorar la predisposición tanto de la familia como del niño para el abordaje del exceso de peso. Este punto es muy importante, ya que tanto la familia como el niño deben de estar dispuestos a trabajar sobre el cambio de hábitos alimentarios y de vida que el plan de intervención supone.
- Establecer “metas” a medio plazo: Realización de actividad física y reducción de horas de sedentarismo, cambios en los hábitos alimentarios, introducción de alimentos como verduras y frutas, entre otros.
- Elaboración de plan alimentario personalizado, sin restricciones alimentarias severas. “comiendo de todo pero en sus justas medidas”.
- Revisiones cada 14 días con la nutricionista para el control de peso y con la psicóloga para el abordaje multidisciplinar con la familia de pautas conductuales. Además, se dispone de coaching nutricional para ofrecer educación nutricional a aquellos pacientes que lo necesitan.
- Una vez llegado al peso deseado. Trabajar la forma adecuada para que el paciente se mantenga en el peso. Llevar al menos dos revisiones más a lo largo de cuatro meses.
¿Qué objetivos se persiguen?
En primer lugar, alcanzar un peso saludable acorde con la edad del niño. En segundo lugar, y no por ello menos importante, es que tanto el niño como los padres adquieran durante el proceso de pérdida de peso unos hábitos alimentarios saludables, además de que integren en su vida diaria la actividad física. Estos dos puntos son claves para mantener al niño en un peso saludable, mantenido en el tiempo.
¿Qué tipo de actividad física deben realizar niños entre 5 y 12 años?
Dichas recomendaciones tendrán que estar principalmente adaptadas a la condición física, a la edad y el sexo del individuo.
En general, a los niños se les recomienda realizar actividad física principalmente de tipo aeróbica 60 minutos al día.
Ejercicios aérobicos pueden ser: Caminar, saltar, correr, jugar a la pelota, al tenis, futbol, baloncesto, balonmano, natación, vóleibol… Los ejercicios exclusivamente anaeróbicos o de musculación son desaconsejados para estas edades.
En los casos tratados en consulta, ¿dónde radica fundamentalmente el problema de la obesidad infantil?
Yo mencionaría las siguientes causas:
- Falta de educación nutricional enfocada a la familia. Muchos padres no tienen los conocimientos adecuados acerca de cómo alimentar de forma correcta a sus hijos.
- Estilo de vida con falta de tiempo que limita la dedicación a la cocina, por lo tanto, se consumen más alimentos de preparación rápida (fritos, pizzas, pre-congelados…)
- Estilo de vida sedentario. Si a esto le unimos un exceso de consumo de grasas e hidratos de carbono, el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad se dispara.
- Factor económico. los alimentos de mayor calidad nutricional tienen precios altos, sin embargo la bollería industrial, comidas pre-cocinadas, los “Fast Food”, los fritos, las pastas… son denominadas “las calorías baratas”, haciendo que, en muchos casos, estos últimos prioricen dentro de la dieta a seguir en la familia.
Consejos para los padres para evitar la obesidad infantil en sus hijos.
- Realizar un desayuno completo.
- Distribuir las comidas a lo largo del día, entre cuatro y cinco tomas.
- A media mañana y media tarde optar por frutas, lácteos o bocadillo sin ingredientes de acompañamiento grasos.
- A la hora de hacer la compra huye de llenar el carrito de patatas fritas, repostería, bollería, pizzas, fritos… Prioriza la fruta, verdura, pescado, legumbres propias una dieta mediterránea.
- Intenta no usar los alimentos como recompensa-castigo.
- Animar al pequeño a realizar actividades de ocio que implique la movilidad física. Desplazando de este modo otras actividades sedentarias como la videoconsola/T.V o el ordenador a menos de dos horas diarias.
El papel de los padres es fundamental, deben dar ejemplo y colaborar junto a ellos en la adopción de nuevas y mejores formas de alimentación, tanto de hábitos de vida saludable.