Entrevista al Dr. Manuel Blanco, internista de la Unidad SHC Medical del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla.
- ¿Qué es el Síndrome de Fatiga Crónica?
El síndrome de la fatiga crónica o encefalomielitis mialgica (SFC) es una enfermedad sistémica que se caracteriza por la presencia de fatiga intensa, tanto física como mental, que no remite de manera significativa con el reposo y que empeora con el esfuerzo. Esta enfermedad crónica y debilitante afecta de manera directa y negativa la calidad de vida de la persona que la padece. Su causa es desconocida aunque en su etiología se han implicado múltiples factores: genéticos, ambientales e infecciosos, el estrés, disfunciones inmunoneuroendocrinas, entre otros, por lo que forma parte de Síndrome de Sensibilidad Central SSC junto a la fibromialgia, la sensibilidad química múltiple y la sensibilidad electromagnética. Generalmente, con el paso del tiempo, personas que padecen de SFC desarrollan el resto de patologías del SSC.
Las manifestaciones clínicas relacionadas con el SFC son muy amplias, dentro de las que se pueden destacar la fatiga cognitiva, el malestar post-esfuerzo y el trastorno del sueño, desordenes digestivos, dolores intensos y generalizados.
- ¿Guarda relación con la Fibromialgia?
No son lo mismo. La fibromialgia se caracteriza por la presencia de dolor crónico en distintas áreas del organismo, sin existencia de inflamación ni procesos degenerativos. Se puede decir que un mal procesamiento de los estímulos dolorosos es capaz de ocasionar la sensibilización central y la disminución en el umbral del dolor, generando una hipersensibilidad generalizada. Esto va a producir la aparición de sintomatología variopinta como los trastornos del sueño, ausencia de energía, trastornos cognitivos y a nivel del sistema nervioso central, síntomas digestivos, entre otros, que afectan la calidad de vida de las personas que lo padecen. Aunque no son los mismo, las razones fisiopatológicas que las provocan sí están en la misma línea, tal y como hemos mencionado anteriormente, se trata de una disfunción inmunoneuroendocrina.
- ¿Cuáles son los tratamientos para combatirla?
Existen distintas líneas de acción para este tipo de pacientes. En nuestra Unidad estamos teniendo un alto porcentaje de éxito en mejorar la calidad de vida de paciente con SFC con tratamientos multifuncionales, como dietas terapéuticas de desensibilización alimentaria, así como tratamientos de oxigenoterapia de hipoxia e hiperoxia. Esta técnica la presentamos en el II Simposio de SSC que se celebró el pasado mes de Octubre en Sevilla, donde mostramos que más del 70% de los pacientes que siguen este tratamiento mejoran en más de un 70% su calidad de vida. Así mismo, estamos llegando a cabo protocolos de sueroterapia que están dando resultados muy positivos y alentadores.
- ¿Cómo influye el estilo de vida y la alimentación en esta enfermedad?
Influye de manera directa puesto que en los pacientes con SFC existe una disfunción inmunoneuroendocrina que se ve afecta por los estilos de vida y alimentación. Es importante aclarar que no existe ni un estilo de vida ni de alimentación tipo para estos pacientes, ya que las sensibilidades inmunológicas que pueden tener son tan distintas que pretender seguir un protocolo único seria dejar muchos cabos sueltos con cada paciente. Lo que, sin duda, favorece a todos los pacientes es tener un estilo de vida y alimentación saludable, sostenible en el tiempo y regido de acuerdo a sus necesidades.
- ¿Influye la genética?
Sí puede influir, aunque no hay estudios que demuestren que el SFC está ocasionado por alteraciones o mutaciones genéticas. Sí que existen estudios que correlacionan este tipo de alteraciones con los síntomas del SFC. Como se ha comentado anteriormente, aún no se conoce la causa que produce el SFC, pero cada día vamos descubriendo las múltiples razones fisiopatológicas que lo pueden generar, esto nos da mucha información y nos abre caminos para tomar vías de acción y ofrecer un mejor cuidado a estos pacientes.