Una intolerancia a la histamina no puede considerarse una auténtica alergia ya que no se produce una reacción antígeno-anticuerpo, sino que el cuerpo no puede catabolizar (destruir) adecuadamente la histamina obtenida de forma exógena (la que proviene de fuera del organismo por los alimentos que comemos).
Desde el año 2012, la Sociedad Alemana de Alergología e Inmunología Clínica (DGAKI), reconoce la intolerancia a la histamina como una enfermedad con entidad propia. Aunque la patogénesis no está del todo clara, se piensa que la enzima encargada de destruir la histamina, la diamino oxidasa (DAO), tiene la actividad reducida (no funciona al 100%). Por tanto, estos pacientes tendrían problemas cuando comen sobre todo alimentos ricos en histamina (pescados, embutidos, verduras, alcohol, huevos, leche, frutos secos, etcétera).
Hay estudios en los que se observa que las vitaminas C y B6, el zinc, calcio, cobre, magnesio y manganeso pueden servir para estimular la DAO, pero faltan datos válidos de estudio.
La DAO puede estar inhibida (actividad reducida) por las siguientes causas:
1. Algunos alimentos pueden inhibir directamente la DAO (pero este mecanismo no está demostrado).
2. Personas con un déficit genético de DAO, algo muy excepcional.
3. Personas con problemas del tubo digestivo (por ejemplo, celiacos o enfermos de Crohn)
4. El consumo oral de medicamentos (considerada la causa más frecuente). Entre ellos destacan: Metamizol, Naproxeno, Ciprofloxacino, Acetilcisteína, Ambroxol o Diazepam.
Hasta ahora no existe ningún parámetro objetivo para detectar la intolerancia a la histamina. Aunque se puede medir el índice de histamina en sangre, en orina y la actividad de la DAO en suero, los valores obtenidos no permiten conclusiones inequívocas.
La intolerancia a la histamina no es la única enfermedad que produce una elevación de la histamina o histaminosis. La principal causa de histaminosis es la sensibilización que muchas personas presentan a alimentos, luz, ruidos, olores, sustancias químicas y respiratorias como los ácaros, pólenes y otros alérgenos. No obstante, concluimos que la intolerancia a la histamina, como causa de histaminosis, debe ser valorada por los especialistas.