La Unidad SHC Medical y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) ponen en marcha una investigación para mejorar el tratamiento de pacientes con Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica.
En el estudio participan 100 pacientes divididos en dos grupos (50 con tratamiento estándar y 50 con tratamiento estándar + una serie de intervenciones para mejorar algunos parámetros alterados en estos enfermos). A todos se les realiza:
- estudio termográfico, cámara infrarrojos que mide la temperatura corporal en las distintas zonas del cuerpo.
- calorimetría, técnica para medir el consumo energético en reposo.
- técnicas antropométricas para obtener la composición corporal.
Cuando la temperatura corporal está más alta en una zona, esto indica un problema inflamatorio que se traduce en dolor. “Vamos a determinar si los puntos de dolor que refieren los pacientes son coincidentes con las zonas termográficas elevadas», explican los investigadores y catedráticos de la UPO, Francisco Martín Bermudo y Francisco Berral de la Rosa. Por tanto, ese dolor puede estar asociado o no al aumento de la temperatura.
Además, vamos a medir en sangre:
- el estrés oxidativo
- el grado de inflamación
- y marcadores propios de enfermedades reumáticas
Con el objetivo de determinar si se han producido cambios antes y después de la intervención con aplicaciones de campos electromagnéticos de bajo campo, suplementos nutricionales y ejercicio físico, y si esto se traduce en una mejoría clínica”, señala el doctor Martín Bermudo. Por último, con un test inmunológico alimentario (TMH) determinamos la dieta a seguir.
Este proyecto tiene una duración de aproximadamente un año. Esta investigación persigue disponer de unos parámetros personalizados para cada paciente de manera que se pueda individualizar el tratamiento.