Profesionales de la Unidad de Fibromialgia del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, de Sevilla, y académicos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) han diseñado un tratamiento inédito para el abordaje de la Fibromialgia (FM) que incorpora cambios en el régimen alimenticio, ejercicio físico y 8 sesiones de 20 minutos 1/semana de estimulación magnética transcraneal de baja intensidad (LIMS, por sus siglas en inglés) a más de 280 mujeres, entre 35 y 65 años, diagnosticadas de FM.
Se realizó un seguimiento de 6 meses posterior al tratamiento identificando una disminución del 42% de la sintomatología de las personas afectadas, mejorando considerablemente su funcionalidad y calidad de vida. Estos resultados han sido publicados en la prestigiosa revista British Journal of Sports Medicine (BJSM).
La fibromialgia es una patología que está presente entre un 2% y un 6% de la población, afecta 8 veces más a mujeres que hombres y se caracteriza por dolor generalizado de más de tres meses de evolución, fatiga, rigidez articular, sueño no reparador y alteraciones en el estado de ánimo. Además, puede asociarse con alrededor de 40 síntomas que empeoran aún más la calidad de vida, interfiriendo en el ámbito bio-psico-social de las personas que la padecen.
“Aún no se ha identificado su etiología –lamenta Francisco Berral, catedrático de Biomecánica, Kinesiología y Cineantropometría de la UPO, y colaborador de SHC Medical-, pero existe un consenso de que una desregulación en la integración del sistema nervioso, inmune y endocrino es el causante de esta enfermedad”.
Diversos estudios han validado el efecto del ejercicio físico (aeróbico, fuerza y flexibilidad), demostrando cambios positivos en los test que cuantifican el impacto de la FM en la calidad de vida. Sin embargo, como las personas afectadas presentan un mínimo de 5 zonas corporales con dolor permanente, existe una tendencia natural a rechazar el ejercicio físico o cualquier actividad que pueda inducir fatiga y exacerbar la sintomatología dolorosa.
NUEVAS OPCIONES TERAPÉUTICAS
Así, se han ido incorporando nuevas opciones terapéuticas para disminuir el dolor y permitir la incorporación de las personas afectadas a programas de actividad física. La estimulación magnética transcraneal de baja intensidad es una nueva técnica que presentó sus primeros resultados en 2013 demostrando un cambio significativo en la percepción de dolor y mejora en la calidad del sueño.
Este tratamiento consiste en aplicaciones de pequeños campos magnéticos a través de un gorro flexible que incorpora 32 bovinas que inducen una serie de cambios electromagnéticos en el cerebro modulando las redes neuronales que favorecen la disminución de la sintomatología. Según Berral, “todavía no se han logrado identificar con exactitud los mecanismos neurofisiológicos que generan estos cambios, pero se estima que la frecuencia e intensidad de este estímulo permite sintonizar a las redes neuronales disfuncionales con las que funcionan correctamente, mejorando la comunicación e integración de los sistemas afectados, propiciando que las respuestas exageradas frente a estrés físico y mental que caracteriza esta enfermedad se normalicen”.
Otro aspecto positivo de los LIMS es que debido a la baja intensidad de la estimulación magnética no ha presentado ningún efecto adverso, independiente de la edad o de la gravedad de los síntomas, permitiendo su uso en la mayoría de los pacientes afectados.