La Sala Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Cataluña ha declarado que la fibromialgia es una enfermedad suficiente para que se reconozca como una causa de incapacidad permanente absoluta. El fallo da la razón a una trabajadora al considerar que estaba afectada de una patología «grave» y de «severa intensidad».
La reclamante padecía un cuadro de fibromialgia con disfunción articular y síndrome de fatiga crónica. Asimismo, presentaba una lumbociatalgia izquierda con radiculopatía L5 izquierda de carácter crónico que cursaba con leve déficit motor sin signos de degeneración axonal aguda. En marzo de 2013, el Instituto Nacional de la Seguridad Social denegó la prestación a la trabajadora por considerar que no procedía declararla en «ningún grado de incapacidad permanente». A su juicio, las lesiones que padece la demandante no son de tanta gravedad como para impedir el desempeño de todo tipo de trabajos.
El TSJ catalán explica que la valoración de la invalidez permanente debe realizarse atendiendo fundamentalmente a las limitaciones funcionales derivadas de los padecimientos del trabajador, en tanto tales limitaciones determinan la «efectiva restricción de la capacidad de ganancia». En este sentido, la Sala Social acoge las explicaciones de Antonio Díaz-Tarragó, abogado de la trabajadora, al señalar que las «dolencias que padece configuran un cuadro que efectivamente le impiden el correcto desempeño de todo tipo de trabajo, incluidas las tareas de naturaleza sedentaria y liviana que no requieran la realización de esfuerzos físicos especialmente intensos».
La sentencia, que confirma la dictada por el Juzgado Social número 1 de Gerona, entiende que la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica constituyen una «dolencia grave» y de «severa intensidad» como para anular su capacidad laboral. Díaz-Tarragó ha explicado a Diario Médico que este fallo, que reitera la doctrina del tribunal autonómico catalán, «abre la puerta a centenares de personas afectadas por dicha enfermedad y que, a pesar de su degeneración, la Seguridad Social sigue sin conceder la prestación de invalidez absoluta».
Fuente: Diario Médico