Entrevista al Dr. Manuel Blanco, director de la Unidad de Fibromialgia y Fatiga Crónica (SHC Medical) del hospital Santa Ángela de la Cruz, de Sevilla.
– ¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
En una patología que se produce porque existe una disfunción entre los sistemas de homeostasis, no encontramos una huella dactilar o un dato cuantitativo que nos de un diagnóstico, porque son alteraciones cualitativas, por eso debemos entender esta enfermedad desde su propio lenguaje y usar las herramientas oportunas. Por este motivo, no existe una analítica o una imagen de TAC o de RMN que sea característica de la fibromialgia. Hoy en día se hace el diagnóstico en base a la clínica que presenta y una exploración característica donde vamos a evaluar cómo el cerebro del paciente exacerba los denominados “tender points”. Si entendemos que hay tres tipos de dolores: dolor nociplástico, dolor nociceptivo y dolor neuropático, es fácil hacer una diferenciación entre las distintas patologías que cursan con síntomas similares. Para poder diagnosticar la fibromialgia necesitamos un paciente que presente dolor nociplástico, es decir, un dolor continuo y generalizado, del tipo quemante y punzante, además de los síntomas descritos anteriormente. Cuando presionamos los “tender points”, el cerebro del paciente va a amplificar las señales y el paciente se retira por acto reflejo.
¿Cuánto tiempo puede pasar hasta que se diagnostique?
En SHC Medical vemos pacientes que vienen padeciendo durante 10-15 años los mismos síntomas y los diagnosticamos nosotros. Puede haber un promedio de 5-10 años de pacientes que tienen fibromialgia y no son diagnosticados.
– ¿Hasta qué punto puede afectar a la calidad de vida de las personas que la padecen?
Cuando la fibromialgia es moderada-severa, la calidad de vida se ve muy afectada, incluso estos pacientes pueden llegar a no poder llevar a cabo sus actividades cotidianas.
– ¿Qué tratamientos existen para tratar los síntomas de esta enfermedad?
En SHC Medical trabajamos en la fibromialgia a nivel de su fisiopatología, es decir, a nivel inmunológico, endocrino, del sistema nervioso y mitocondrial. Vamos a trabajar en todas esas dianas terapéuticas para conseguir sinergias y buscar el equilibrio entre ellas, porque así conseguiremos que desaparezcan los síntomas.
Hacemos hincapié en el tubo digestivo, que es el órgano endocrino más importante, el que más neuronas tiene después del cerebro y con el que guarda una estrecha comunicación bidireccional. Trabajando a nivel digestivo podemos mejorar la disfunción del sistema nervioso central y disminuir la inflamación periférica y central, que es la causa de la sensibilización central.
– Dietas de desensibilización + suplementación.
– Estimulación magnética transcraneal de bajo campo, cuya utilidad se ha demostrado en el manejo del dolor crónico y de la fibromialgia.
– Oxigenoterapia de alto flujo.
– Oxigenoterapia de hipoxia e hiperoxia.
– Inmunoterapia específica.
¿Es necesario tomar medicamentos toda la vida?
Algunas veces son 3-4 veces al año coincidiendo con algunos brotes de fibromialgia, en otras ocasiones se debe mantener siempre.
– Además de los fármacos o tratamientos, ¿se puede hacer algo más?
Lo importante es la dieta y el ejercicio. En esta patología, la dieta debe ser equilibrada y teniendo en cuenta aquellos alimentos a los que el paciente está sensibilizado. Respecto al ejercicio, como estos pacientes tienen una disfunción mitocondrial e intolerancia a los esfuerzos, deben de hacer ejercicio de forma personalizada, ya que si sobrepasan los umbrales de ese esfuerzo, pueden sufrir un empeoramiento.
– ¿Qué estudios se están llevando a cabo para conseguir mejores tratamientos o un diagnóstico más temprano?
En SHC Medical realizamos estudios de respuesta a los tratamientos que ofrecemos, estudios para perfilar mejor nuestras pruebas diagnósticas (test de medición de histamina y test de permeabilidad intestinal) y estudios de metabolómica para intentar acercarnos a un diagnóstico bioquímico que hoy en día todavía no existe.