En la actualidad, muchos grupos sanitarios de investigación básica se dedican a avanzar en el conocimiento de la sensibilización central con abordajes distintos desde el entendimiento de la fisiopatología de la enfermedad y en la búsqueda de biomarcadores, como explica el Dr. Manuel Blanco, director de la Unidad de Síndrome de Sensibilidad Central del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla. “Cada vez hay más pacientes afectados por estos síndromes, y es necesario tener en cuenta los procesos fisiopatológicos. De hecho, se calcula que hasta el 40 por ciento de la población femenina del mundo occidental puede presentar este tipo de síndromes, ya sea fibromialgia, migraña, fatiga crónica, sensibilización central, síndrome de piernas inquietas o síndrome químico múltiple”, indica el Dr. Blanco, que añade: “No se puede dejar de lado una enfermedad tan prevalente que está restando calidad de vida a los pacientes que la padecen”.
Las investigaciones en el ámbito del tratamiento de la sensibilización central han avanzado mucho en diferentes vertientes. Una de ellas estudia la interrelación del eje tubo digestivo-sistema nervioso, “porque tiene una gran influencia a nivel inmunoneurológico”, comenta Manuel Blanco. Así, las investigaciones no se centran solo en el ámbito de la sensibilización central, la fibromialgia, etc., sino que se extienden hacia otro tipo de enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson y el alzhéimer. “Se está investigando mucho todo este tipo de patologías con disfunción, pero sin alteración de estructuras, tanto a nivel del tubo digestivo como, sobre todo, a nivel de microbioma, la permeabilidad intestinal, etc.”.
Búsqueda de biomarcadores
Las investigaciones también se dirigen hacia la búsqueda de biomarcadores, por una parte, para entender mejor la enfermedad y hacer el diagnóstico en función de la clínica que presente el paciente. Por otra parte, “estos biomarcadores son necesarios para tener algo que se pueda medir. La dificultad estriba en que se trata de una enfermedad en la que se producen disfunciones, por lo que es complicado encontrar un marcador cuantitativo. Los médicos estamos deseando encontrar una señal que nos permita realizar un diagnóstico, pero lo que se mide, lo tangible, no sirve para diagnosticar un problema cualitativo”.
“Por otra parte, el hecho de que de momento no tengamos biomarcadores no lleva implícito el abandono de estos pacientes. Contamos con distintas herramientas terapéuticas que nos pueden resultar útiles y que mejoran la calidad de vida del paciente”, añade.
Estrés oxidativo y disfunción mitocondrial
Asimismo, se está haciendo mucha investigación con diversas técnicas físicas para intentar regular la disfunción que existe entre las distintas áreas del sistema nervioso central, tanto en áreas corticales como en las subcorticales.
Otra línea de investigación destacada por el Dr. Manuel Blanco está relacionada con el estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial. “Uno de los líderes de opinión ha sido la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que ha puesto en marcha varios grupos de trabajo para investigar este tipo de procesos”, señala.
Estos son solo algunos ejemplos de investigación en el ámbito de la sensibilización central, y hay muchos más. “Nosotros estamos más centrados en el abordaje fisiopatológico de las vías que están alteradas. En la actualidad, es la enfermedad más prevalente que existe hoy en día, pero el problema es que los médicos no vemos niveles altos o bajos de nada; pero no ver nada no significa que no exista. Las tecnologías van a seguir avanzando y ofrecerán más información, pero son caras y solo se emplean a nivel de investigación, por lo que no podemos disponer de ellas en las consultas”.
Fuente: El Médico Interactivo