La perspectiva con la que se observa el Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) ha cambiado, y ya no se considera una enfermedad psiquiátrica o emocional. En la actualidad, se ha convertido en “la gran pandemia”, es la enfermedad más prevalente y cada vez hay más pacientes con este tipo de patologías, como indica el Dr. Manuel Blanco, director de la Unidad de Síndrome de Sensibilidad Central del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla. Según su experiencia, el tratamiento de estos pacientes debe consistir en “intentar que se entiendan bien el sistema inmunológico, el sistema nervioso y el sistema endocrino”.
Una vez diagnosticado el síndrome de sensibilización central, la labor del profesional sanitario es explicarle al paciente en qué consiste su enfermedad y las razones fisiopatológicas por las cuales se produce este tipo de dolor. “Estas enfermedades antiguamente se enmarcaban en el área de las patologías afectivas. Para un paciente supone un alivio tener la información suficiente y conocer en qué consiste el abordaje terapéutico; además, se consigue un mejor cumplimiento terapéutico. La gran diferencia de este tipo de enfermedades es que no hay un fallo estructural, sino que se producen un problema en los sistemas nervioso central (SNC), inmunológico y endocrino”, explica el facultativo del Hospital Viamed.
Respuesta inadecuada
El Dr. Manuel Blanco es un especialista en el tratamiento de la sensibilización central a nivel inmunoneuroendocrino. “Se llama sensibilización central porque la fisiopatología principal se produce en diferentes áreas del SNC, por lo que se provoca una respuesta inadecuada en el procesamiento de los distintos estímulos periféricos. En consecuencia, el cerebro amplifica su respuesta ante estímulos luminosos, alimentarios, etc.”, explica.
Se produce una sensibilización del SNC y también del sistema inmunológico, por lo que se realiza un abordaje en estos dos ámbitos y también a nivel mitocondrial, como explica Manuel Blanco. Por una parte, se buscan aquellos alimentos con los cuales el sistema inmunológico está sensibilizado: “Los alimentos no provocan la enfermedad, sino que el sistema inmunológico, cuando se expone a químicos, a cambios de tiempo, a estrés o a determinados alimentos, provoca un aumento en la respuesta de sustancias inflamatorias que se comunican con el sistema nervioso”, puntualiza el especialista. Por tanto, uno de los objetivos es buscar con qué alimentos el paciente está más sensibilizado para disminuir su consumo y reducir la respuesta en el sistema nervioso.
En su consulta también se trabaja a nivel de tubo digestivo, “un órgano muy importante, ya que es el que tiene más neuronas después del cerebro; además, forma parte del sistema endocrino más destacado del organismo”. “Vamos a utilizar el ecosistema del tubo digestivo para hacer un abordaje inmunoneuroendocrino”, explica el Dr. Blanco, quien añade que al paciente también se le hacen pruebas para determinar la posible existencia de sustancias no deseadas en el tubo digestivo.
Otra técnica que emplea Manuel Blanco es el LIMS, que consiste en la estimulación magnética transcraneal de bajo campo a través de cargas magnéticas de baja frecuencia o la técnica de estimulación mitocondrial mediante ciclos de hipoxia e hiperoxia.
Fuente: El Médico Interactivo.