Más mensajes productivos y menos destructivos

Hola, qué maravilla tenerte por aquí, te invito a quedarte y leer estas pequeñas líneas.

Crear hábitos saludables no es tan complicado como parece, muchas veces cuando leemos eso de “hábitos saludables” se nos viene la mente el concepto de alimentación, deporte y sueño, pero estos hábitos van más allá de estos tres enfoques y hoy quiero conversar contigo uno muy importante.

¿Somos conscientes de que en aquello que nos concentramos se vuelve más fuerte?, te pongo un ejemplo:

“Estamos en el cuarto viendo la tele y, de repente, escuchamos una gota de agua en el lavabo, nos genera molestia y enseguida le prestamos más atención, al cabo de unos minutos ese pequeño ruido se vuelve más fuerte y retumba con más poder en nuestra cabeza, hasta el punto de desesperarnos”.

Lo mismo pasa con los mensajes que nos damos a nosotros mismos, si cada día nos repetimo:

• “Estoy enfermo”.
• “Estoy cansado”.
• “No puedo más”.

Estos mensajes cogerán cada vez más una fuerza imparable que probablemente tendrá la capacidad de controlarnos e incluso hacerse invencible.

Es algo así como -El poder de la palabra-.

Te recomiendo que en vez de buscar dentro de tu ser “mensajes destructivos” a los cuales ya estamos acostumbrados, te atrevas a sentirte más apreciado, motivado e impulsado por mensajes positivos que te lleven a vivir más tranquilo y pleno.

No esperemos que los mensajes productivos lleguen desde fuera, no podemos pretender que el resto nos aliente, comencemos por hacerlo nosotros mismos.

No podemos dejar en manos de los demás el impulso que necesitamos para salir adelante, atrevámonos a tomar nuestra vida en nuestras manos y seamos capaces de crear mensajes alentadores, productivos y eficaces, con un único fin .

Te invito a practicar algunos cambios en tus mensajes, cambia…

• “Hoy estoy muy cansado” por “Mi energía hoy no es tan alta, pero algo puedo hacer”
• “Me duele todo” por “Tengo dolor, intentaré controlarlo”
• “No puedo” por “Aunque sé que es difícil, lo intentaré”
• Los demás no me entienden” por “Ellos no tienen la obligación de entenderme”

Gracias por estar, y llegar hasta el final, te invito a poner en práctica estos pequeños cambios por un tiempo y atrévete a sentir la magia que hay en ti. Pao.